Protocolo de salvaguardia de la SSVP para la protección de los más vulnerables

El Consejo General Internacional siempre se ha preocupado por la imagen y la conducta de nuestra Sociedad de San Vicente de Paúl ante la sociedad civil, especialmente ante los asistidos, colaboradores (empleados), donantes, Santa Iglesia y gobiernos. Al fin y al cabo, es esencial gozar de credibilidad y buena reputación ante todos nuestros interlocutores si queremos seguir sirviendo más y mejor a los pobres, que es nuestra misión en la vida.
Por este motivo, llamó la atención del Consejo General una iniciativa muy positiva que se estaba llevando a cabo en varios países en relación con la salvaguarda (protección y seguridad) de las personas asistidas por la SSVP, tanto en las visitas domiciliarias como en las obras asistenciales (especialmente hogares de ancianos y guarderías infantiles). Entre nosotros, consocios, también es necesario estipular este tipo de normativa en la relación para evitar cualquier tipo de acoso o daño interpersonal. En el trato con nuestros empleados, es fundamental que no haya desviaciones, ya que éstas pueden generar más problemas laborales y morales, incluso legales y jurídicos, en el futuro.
Por ello, en octubre de 2019, el Consejo General promovió una jornada de estudios, con la presencia de expertos de Inglaterra y Australia, que reunió a miembros de la Mesa Directiva y a los 12 Vicepresidentes Territoriales (VPTIs), con el objetivo de formarse en la materia. Posteriormente, en octubre de 2020, en la Reunión Plenaria Anual, celebrada en París (online), se aprobó el Protocolo de Salvaguardia de la SSVP, con el voto favorable de todos los países presentes.
Este Protocolo contiene un conjunto de principios para la protección de los menores y las personas vulnerables, también ya expresados en la Carta Apostólica del Papa Francisco y por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, del que la SSVP forma parte oficialmente. En el año 2021 se reglamentará este Protocolo, mencionando situaciones y ejemplos prácticos en los que se debe evitar cualquier tipo de daño de este tipo con el consiguiente menoscabo a la imagen de la SSVP por escándalos provocados por este tipo de conductas nocivas. En el reglamento se darán recomendaciones éticas como, por ejemplo, visitar a los niños sólo en presencia de dos o más adultos, y no condicionar nunca la entrega de donaciones o ayudas a ningún tipo de proselitismo o contrapartida religiosa.
“Es fundamental implementar mecanismos de seguridad que mantengan alejadas a las personas malintencionadas y eviten transgresiones, irregularidades o desvíos de propósito en relación con los servicios destinados a quienes la SSVP atiende con tanto celo y amor. Los cursos de formación de la SSVP también tienen que adaptarse a este nuevo escenario para que los recién llegados reciban una formación adecuada sobre este tema”, afirmó el consocio Renato Lima, 16º Presidente General.
Con el Protocolo aprobado, por unanimidad, en la reunión anual de 2020, se espera que cada Consejo Nacional pueda discutir el tema internamente y así adaptar esta normativa a su realidad local.
Haga clic aquí para leer el Protocolo.