LA SSVP y el Día Mundial de la Salud Mental

Las Conferencias Vicentinas pueden ayudar mucho en la identificación de casos y apoyando su tratamiento
El próximo 10 de octubre recordaremos el DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL, instituido en 1992 por la Federación Mundial de Salud Mental (www.wfmh.global). La Sociedad de San Vicente de Paúl, en todo el mundo, se une a la celebración de esta fecha con el propósito de reflexionar sobre el tema y mostrar su solidaridad con aquellos que sufren algún tipo de problema relacionado con la salud mental, ya sean entre nuestros acogidos o entre nuestros propios consocios.
Meditar sobre el DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL en este año 2020 es doblemente significativo. En primer lugar, por el «Año Temático Internacional de Félix Clavé», uno de los siete fundadores de la SSVP que sufrió diversos trastornos mentales. La segunda razón, muy clara, es la pandemia provocada por el Covid-19, que ha traído grandes perturbaciones e inmensos desafíos, afectando la salud mental de todos, exacerbada por el miedo, el pánico y la desinformación generada en los medios de comunicación. El distanciamiento social, aunque recomendado, es perjudicial para las relaciones humanas y amplifica los trastornos mentales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido el concepto de salud: «un estado de completo bienestar físico, mental y social». Por lo tanto, incluye la salud mental, que debería ser una prioridad en los sistemas de salud de todos los países. Es necesario ser consciente de los síntomas de la falta de salud mental, porque las enfermedades de origen psicológico en el siglo XXI son muy limitantes, sacando a las personas de su entorno laboral durante largos períodos. ¡Qué gratificante es ver a las personas volver a la vida laboral después de superar una enfermedad mental, felices de volver al trabajo y felices de reanudar la convivencia familiar y social! Es necesario dar la importancia adecuada a los trastornos provocados por la salud mental para evitar vivir en una sociedad enferma.
Cuando hablamos de salud mental, hay muchos prejuicios relacionados con el tema. Hay personas que enferman mental, emocional y psicológicamente, y no saben cómo pedir ayuda. Las enfermedades físicas son más fáciles de diagnosticar y curar, pero las enfermedades mentales no siempre lo son. Algunos ejemplos de enfermedades mentales son bastante frecuentes hoy en día: depresión, pánico, trastornos alimentarios y afectivos, ansiedad, soledad (especialmente entre los ancianos y viudos), estrés y esquizofrenia. Todo esto se ve exacerbado por las adicciones (especialmente a las nuevas tecnologías) que también pueden estimular los suicidios. Es necesario buscar profesionales cualificados (como psiquiatras, terapeutas, trabajadores sociales y psicólogos) para hacer frente a estos problemas y a las dificultades emocionales.
Los estudios indican que la mitad de los trastornos mentales comienzan en la juventud, pero la mayoría de los casos no se detectan ni se tratan. Los jóvenes viven, en esta fase, un fuerte momento de tensión, conflictos familiares y problemas escolares. Por lo tanto, nuestros consocios, en el momento de la visita a domicilio, deben estar atentos a los signos que provienen de los adolescentes, tratando de dirigirlos hacia un apoyo psicosocial adecuado. Nuestras Conferencias pueden hacer mucho por las familias asistidas que eventualmente pasan por algún problema emocional, mental o psicológico. Nuestros consocios deben participar en cursos formativos sobre este tema para ser más sensibles al problema. Los presidentes de las Conferencias deben velar también por la salud mental de sus consocios.
La promoción y protección de la salud mental tanto de los miembros de nuestra Sociedad como de los asistidos es una prioridad institucional de la Sociedad de San Vicente de Paúl. También es la gran preocupación de nuestro 16º Presidente General, consocio Renato Lima de Oliveira, que escribió una Carta Circular Extraordinaria el pasado 5 de mayo sobre el tema y su relación con la pandemia Covid-19. “El primer paso es superar el prejuicio de pedir ayuda. Los trastornos mentales son enfermedades y, como tales, pueden ser tratados. Busquemos a los profesionales más cualificados para tratarlas. Con la debida orientación, nuestras Conferencias, obras y Consejos pueden hacer mucho”, subrayó el consocio Renato Lima.