Fecha de publicación: 11/11/2020

La flor que siempre está viva: una tradición vicentina

Noticias del Mundo

PALERMO – Mientras que en muchas otras partes del mundo es Halloween, en Sicilia, una región de Italia donde el sentimiento hacia los difuntos es muy fuerte, se celebra la «Fiesta de los Difuntos».

Según una antigua leyenda popular, en la noche del día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, los difuntos visitan las casas de sus seres queridos y, como muestra de afecto, dejan pequeños regalos para los niños.

Pero el día 2 de noviembre hay otra importante tradición, que se celebra todos los años en las calles de las ciudades sicilianas. Es un acontecimiento muy sentido y participativo que involucra a todas las familias: visitan las tumbas de sus difuntos para dejar una flor, una vela o simplemente un objeto en su memoria. Es como si, en esos dos días, el vínculo con el más allá se fortaleciera.

Con ocasión de esta festividad, las Conferencias Sicilianas de la Sociedad de San Vicente de Paúl organizan puntos de encuentro cerca de los cementerios y recogen gratuitamente ofrendas a través de lo que se llama «La flor que siempre está viva». Se trata de una elegante tarjeta en forma de flor, en la que se transcribe el nombre del difunto y el nombre de la familia que hace la ofrenda. Generalmente la mitad de la donación se destina a la iglesia local para una misa en memoria del difunto, mientras que la otra mitad se utiliza para apoyar las actividades de las Conferencias.

Es una forma muy bonita de hacer el bien a los demás respetando la tradición y la naturaleza, porque no se dañan las flores auténticas. Y también es una bonita manera de darse a conocer a la población y así decirles quiénes somos y lo que hacemos.

*En la foto, los consocios de las Conferencias del Consejo Central de Termini Imerese (Palermo) recogen ofrendas cerca del cementerio.

Alessandro Ginotta

Oficina de prensa – Federación Italiana

Sociedad de San Vicente de Paúl