Fecha de publicación: 05/08/2020

Coronavirus, entre la cuarentena y el servicio

Espiritualidad

Mis queridos hermanos y hermanas:

Les comparto dos ideas. La primera. Buena parte de la humanidad sigue padeciendo la pandemia del coronavirus. Nosotros debemos trabajar para que esta pandemia no termine siendo una endemia, como el HIV. Pero mientras la combatimos, asoman otros males. 

Me refiero a actos de racismo que vimos reflorecer en sectores de EEUU, pero que sabemos existen en muchos otros lugares del planeta. La Sociedad de San Vicente de Paúl ha hecho profesión de oponerse a todas las formas de pobreza. Asimismo, de repeler a las causas de la pobreza.  Donde existe el racismo, la xenofobia y la discriminación hay seres humanos que sufren y que permanecerán en la indigencia. Ante todo, no queremos que exista ningún tipo de racismo dentro de la SSVP. Tampoco deseamos que haya actitudes xenófobas en la Familia Vicentina. Trabajamos para que no haya discriminación en ningún país. 

Debemos denunciarlo y actuar para que esto desaparezca. No se puede naturalizar ningún tipo de opresión. No se puede justificar. Ni puede convivir la declaración de la igualdad de las personas con actos de exclusión. Es una enorme contradicción. Lo rechazamos ya sea que lo cometan partidos de derecha, de izquierda o liberales.  Lo impugnamos en cualquier lugar del mundo. Lo repudiamos en cualquier religión y en cualquier grupo mediático. Lo cometa quien lo cometa, tenga el color de piel que tenga. 

Asimismo, en el combate a las diversas formas de discrimación, no podemos respaldar a quienes se oponen a la segregación robando, destrozando, ejerciendo violencia con las demás personas. ¿Entonces no hacemos nada? Claro que podemos hacer y mucho, ya que hay otras salidas: la vía judicial, las marchas pacíficas, las denuncias ante los Medios y ante organismos internacionales, la educación, la demostración que se pueden crear sociedades inclusivas. 

La actitud de Jesús, san Vicente de Paúl y el beato Ozanam fue promover la justicia de un modo pacífico. Es, a la larga, el camino más efectivo. 

Segundo. Debemos tener cuidado, ya que los tiempos de encierro, son propensos para sacar nuestros rayes, nuestros conflictos, nuestros lados más oscuros. Les invito a ver o volver a ver el film «El resplandor» basada en una novela de Stephen King del año 1977, adaptada al cine en 1980. Con la actuación magnífica de Jack Nicholson. En la película, la familia se muda al Hotel Overlook, como cuidadores. Lo mantienen mientras el lugar permanece cerrado por el invierno, aislado entre las montañas. En medio de esa reclusión, se potencia la esquizofrenia maníaca del cuidador. El film tiene otras claves, pero nos sirve para prevenirnos de los peligros de los confinamientos prolongados. 

Por tanto, nos unimos a todos los que nos invitan a que en la cuarentena tengamos salud mental, física y moral. Establece una agenda de actividades: lectura, limpieza de habitaciones, reparar algo, aprender algo nuevo, cocinar, búsquedas en internet, ejercicio físico, quizás trabajo desde la casa, etc. En definitiva, diversificar las ocupaciones.  

Usa el teléfono para hablar con familiares y amigos, especialmente los ancianos, los vulnerables y los que viven solos. Entretenerlos les hará bien y a ti también. Si estás en compañía de otras personas, vincúlate de la manera más educada y amable. Que no se acabe el buen humor. En lo posible, ten algunos momentos para estar solo. Para no saturarnos. 

Reza y Medita. Cuando me levanto por la mañana agradezco, también pido a Dios que proteja a mi familia, a aquellos con quienes me relaciono, a mí. Por la noche, antes de ir a dormir, elevo mi mente a Jesús para agradecer el día, por todo lo que ha sucedido y por estar vivo. En esta pandemia, reforcemos nuestra entrega a Dios, que se manifestará en un mayor amor al pobre. Medita para reforzar tu opción fundamental por Dios y el prójimo. Si Dios está en el centro de mi vida, lo manifestaré siendo bueno, comprensivo, dispuesto a ayudar y apoyar a quienes están en peor situación que yo. 

¡No te olvides! Dentro de tus posibilidades, sigue colaborando en lo que puedas con el servicio al pobre en la SSVP. Concluyo diciéndoles que compartí todo esto para intentar que al final… la verdad y la bondad triunfen. 

Andrés Motto, CM.