Campamentos de verano para curar a los niños del Líbano

Las crisis actuales que envuelven al Líbano presentan una serie de retos sanitarios, económicos y sociales que amenazan el bienestar de una generación de niños. La enfermedad del coronavirus (COVID-19) y la grave situación que atraviesa el Líbano dificultan la vida de la infancia.
Aquellos niños que fueron testigos de la explosión de Beirut, y que sufren en sus carnes una crisis económica sin precedentes, tienen diversos problemas psicológicos que amenazan su salud mental. Entre otras cosas, experimentan ansiedad y pesadillas.
Además, los niños de familias desfavorecidas (que viven en hogares en los que uno o los dos padres han perdido el trabajo y no tienen suficiente dinero para comprar comida o medicinas) se sienten inseguros y a veces también se ven obligados a trabajar para mantener los ingresos del núcleo familiar. Sin un apoyo adecuado, todos estos niños podrían sufrir graves consecuencias a largo plazo.
Por este motivo, la SSVP Líbano ofreció a algunos de estos chicos un proyecto en el que se abordaron temas muy necesarios para su mejora psicosocial, pero desde un enfoque lúdico, divertido. Mientras disfrutaban de un campamento de verano de un mes de duración, estaban rodeados de especialistas y tutores que les guiaban para salir del sufrimiento en el que están inmersos en su día a día.
Este campamento tuvo lugar del 2 de agosto al 2 de septiembre. Bajo la supervisión de un psicólogo escolar vicentino, 55 niños de entornos desfavorecidos (organizados en 3 grupos) se alegraron de pasar unos días con voluntarios y tutores, realizando actividades y excursiones.
El equipo tuvo la oportunidad de observar a los niños en el entorno normalizado de un campamento de verano, donde ayudaron a los chicos a hablar de sus miedos y preocupaciones, que nacen principalmente de la grave situación del país. También les acompañaron en el proceso de reforzar sus habilidades sociales. Los temas tratados fueron, principalmente, el acoso escolar, el ciberacoso, la asertividad, y cómo comportarse en presencia de personas con necesidades especiales.

El psicólogo, junto a todo el equipo, se reunió con los padres durante media jornada, en la que compartieron sus opiniones sobre el campamento. Los padres, de forma unánime, reconocieron los cambios positivos en las actitudes de sus hijos.
Después de esta experiencia, se ha programado una escuela de padres durante el año escolar, con el fin de para abarcar nuevos temas como:
– La comunicación con el niño
– Emociones, fisiología del estrés, normas, papel de los adultos
– Comunicación no violenta y enfoque empático
– Celos fraternales
– El adolescente frente a sus padres
El campamento de verano fue una experiencia relajante y a la vez muy constructiva para todos los participantes: niños, padres y tutores. Aprendieron los unos de los otros: los niños se divirtieron, los padres aprendieron del psicólogo de la escuela cómo tratar temas específicos y difíciles y los tutores ganaron experiencia, pero, además, todos tuvieron la oportunidad de ver cómo actúa el espíritu vicentino.